Las plantas estacionarias de cribado y lavado CONSTMACH ofrecen soluciones de procesamiento eficientes para operaciones de arena natural y grava. Estas instalaciones gestionan todo el ciclo de cribado y lavado del material, produciendo áridos limpios que cumplen los estándares de la industria de la construcción. Las plantas operan con capacidades de producción de entre 100 y 250 toneladas por hora y aceptan material de alimentación de hasta 200 mm de tamaño, con una cómoda altura de alimentación de 4,5 metros.
Cada planta combina varios componentes críticos que trabajan en sincronía. El sistema comienza con una tolva de alimentación equipada con un alimentador vibrante, que controla el flujo de material hacia la línea de procesamiento. Una criba vibrante con toberas de lavado realiza la doble función de clasificación granulométrica y limpieza inicial del material. Un transportador de alimentación transfiere el material desde la tolva hasta la criba vibrante, manteniendo un caudal constante durante toda la operación. La etapa de lavado de arena emplea una de tres tecnologías comprobadas: tornillos de lavado, norias lavadoras o sistemas de hidrociclones. Los transportadores de acopio trasladan los productos terminados a las áreas de almacenamiento designadas. Toda la operación se gestiona mediante un avanzado gabinete de control con automatización basada en PLC que utiliza componentes electrónicos premium de SIEMENS o SCHNEIDER.
La flexibilidad en la selección del sistema de lavado distingue a estas plantas. Según las características del material y el nivel de limpieza deseado, los operadores pueden elegir entre diferentes tecnologías de lavado. Los tornillos lavadores son ideales para materiales finos con alto contenido de arcilla. Las norias lavadoras proporcionan una limpieza suave pero exhaustiva para áridos de tamaño medio. Los sistemas de hidrociclones ofrecen una separación altamente eficiente de partículas finas con un consumo mínimo de agua. Algunas configuraciones incluso incorporan varios tipos de lavadores en una sola planta, permitiendo procesar simultáneamente diferentes calidades de material.
El diseño de la planta se adapta a los requisitos específicos de cada proyecto. La capacidad de producción influye directamente en el dimensionamiento de los equipos y en las necesidades de potencia. El número y las dimensiones de las fracciones finales determinan la configuración de los pisos de la criba y la disposición de los transportadores. La selección del tipo de lavador afecta al diseño del circuito de agua y a las especificaciones del sistema de sedimentación. Este enfoque de personalización garantiza que cada instalación se ajuste con precisión a su aplicación prevista, evitando tanto cuellos de botella por falta de capacidad como desperdicios por sobredimensionamiento.
El sistema de automatización representa una ventaja operativa significativa. El monitoreo en tiempo real realiza el seguimiento del caudal de material, el consumo de agua y el estado de los equipos. Los operadores ajustan los parámetros de procesamiento desde una interfaz centralizada, respondiendo rápidamente a variaciones del material o a los objetivos de producción. Los enclavamientos de seguridad automatizados protegen los equipos frente a daños durante condiciones anómalas. La programación del PLC permite futuras modificaciones a medida que evolucionan las necesidades de producción, prolongando la vida útil de la planta.
La potencia de los motores, los requisitos del generador y el peso total de la planta se ajustan a la capacidad y configuración seleccionadas. Esta variabilidad garantiza que cada instalación reciba la infraestructura eléctrica y el diseño de cimentación adecuados. Los cálculos de ingeniería estándar determinan las especificaciones exactas durante la fase de planificación del proyecto, asegurando un funcionamiento fiable a largo plazo sin sobrecostes derivados de un sobredimensionamiento innecesario.
Las plantas estacionarias de cribado y lavado CONSTMACH se utilizan en canteras, explotaciones de grava de río y plantas de reciclaje en todo el mundo. Su construcción robusta soporta operaciones continuas en entornos exigentes, mientras que el diseño modular facilita el mantenimiento y la actualización de componentes. La combinación de componentes mecánicos probados y automatización moderna proporciona la productividad y la calidad de producto que los productores de áridos requieren en mercados competitivos.