When it comes to producing high-quality sand and fine aggregates on-site, la T-75 de CONSTMACH destaca como una unidad fiable dentro del sector de trituración. Esta planta móvil de trituración terciaria maneja materiales que van desde granito hasta caliza con una eficiencia sobresaliente, ofreciendo entre 60 y 80 toneladas por hora según la dureza del material. Lo que hace especialmente atractiva a esta planta móvil es su capacidad para producir arena con la codiciada forma cúbica, cumpliendo con las especificaciones más exigentes para la producción de concreto y proyectos de construcción.
La T-75 no funciona únicamente como una trituradora móvil independiente. Está diseñada como una planta completa de fabricación de arena montada sobre un solo chasis móvil, lo que significa que integra una línea de producción completa capaz de desplazarse entre obras sin la complejidad de múltiples remolques. En su núcleo trabaja la trituradora de impacto terciario CTC-1275 en perfecta sincronía con una criba vibratoria de tres pisos, creando un sistema capaz de separar materiales en múltiples fracciones simultáneamente. Aunque la producción principal se centra en arena de 0–5 mm, los operadores pueden obtener hasta tres diferentes fracciones en una sola pasada, maximizando la utilización del material y reduciendo desperdicios.
La flexibilidad define esta máquina móvil para producción de arena. A diferencia de muchas plantas que requieren material previamente triturado, la T-75 acepta piedra natural de hasta 150 mm directamente, y también se integra sin problemas en líneas con trituración primaria y secundaria cuando se necesita un control más fino. Esta adaptabilidad incluye distintos tipos de materiales: ya sea basalto abrasivo, gabro duro o dolomita más blanda, la trituradora mantiene un rendimiento constante. Su diseño robusto soporta las exigencias derivadas de triturar materiales de distintas durezas sin interrupciones frecuentes por mantenimiento.
La movilidad es un factor clave en las operaciones modernas de trituración, y CONSTMACH respondió a ello diseñando la T-75 según requisitos prácticos de transporte. Toda la planta se monta sobre un chasis con ruedas y patas hidráulicas estabilizadoras, manteniendo las dimensiones dentro de las regulaciones internacionales de transporte por carretera: 14 metros de largo, 3,2 metros de ancho y 4,2 metros de alto. Un tractor estándar con conexión king-pin puede remolcarla, eliminando la necesidad de equipos de transporte especializados. Una vez en el lugar de trabajo, las patas hidráulicas se despliegan rápidamente, permitiendo que la planta comience a producir en cuestión de horas.
La ingeniería detrás de esta planta móvil se muestra en los detalles. La tolva de alimentación incorpora un alimentador vibratorio que regula el flujo de material, evitando sobrecargas en la trituradora. El material avanza mediante cintas transportadoras hasta ingresar al impactor terciario CTC-1275, donde los impactos de su rotor de alta velocidad transforman partículas mayores en la gradación de arena deseada. Después de la trituración, el material pasa a la criba vibratoria de tres pisos donde se realiza la clasificación. Una cinta de recirculación devuelve el material sobredimensionado para retrituración, mientras que las fracciones correctas se dirigen a las cintas de acopio. Este diseño en circuito cerrado garantiza máxima reducción y una calidad de producto constante.
Los requisitos de potencia de la T-75 suman 160 kilovatios en todos sus motores y accionamientos, habitualmente alimentados por un generador de 400 kVA. CONSTMACH ofrece un generador opcional integrado en el chasis, creando una operación totalmente autónoma para ubicaciones remotas sin suministro eléctrico fiable. El sistema de eliminación de polvo funciona de manera continua, abordando preocupaciones ambientales y mejorando la visibilidad en el área de operación, una característica más importante de lo que muchos imaginan hasta trabajar en medio de nubes de polvo.
La automatización moderna eleva a la T-75 más allá de la trituración mecánica hacia una producción inteligente. El sistema de control integra componentes electrónicos de primera calidad de Siemens y Schneider con un PLC, sin requerir conocimientos de ingeniería para operarlo. Una tableta de control ofrece acceso intuitivo a todas las funciones, permitiendo supervisar el rendimiento de la trituradora, ajustar las tasas de alimentación y coordinar las operaciones de la criba desde una sola interfaz. Esta simplicidad reduce el tiempo de capacitación y ayuda a prevenir errores operativos que puedan generar paradas o daños en los componentes.
Los procedimientos de montaje y desmontaje también fueron cuidadosamente estudiados. Los mecanismos hidráulicos opcionales para abrir las cubiertas de la tolva y los transportadores de acopio permiten que los operadores pasen de la configuración de transporte al modo de producción sin necesidad de grúas, montacargas u otra maquinaria adicional. Todo se despliega desde el propio chasis, reduciendo la cantidad de personal requerido y la complejidad en obra. Para contratistas con múltiples proyectos o empresas de alquiler que atienden a diversos clientes, esta rapidez se traduce directamente en más horas facturables y mayor satisfacción.
Con 32.000 kilogramos, la T-75 presenta un peso considerable, pero esta masa cumple una función más allá del simple alojamiento de equipos. El peso proporciona estabilidad durante la operación, algo especialmente importante cuando la trituradora de impacto genera vibraciones significativas durante la reducción del material. La altura de alimentación de 3,8 metros permite que camiones y cargadores frontales descarguen material con eficiencia, sin maniobras complicadas. Estas especificaciones, aparentemente menores, influyen de forma notable en la productividad diaria.
La capacidad de producción entre 60 y 80 toneladas por hora posiciona a la T-75 en un punto ideal para operaciones de escala media. Es lo suficientemente robusta para la producción comercial de arena y plantas de concreto, pero también lo bastante móvil para obras de construcción, proyectos viales y canteras que necesiten seguir el yacimiento. El rango de capacidad considera la variabilidad del material: rocas duras como granito y basalto tienden hacia el límite inferior, mientras que materiales más blandos como caliza y dolomita permiten alcanzar el máximo rendimiento. Los operadores suelen prever sus cifras específicas tras unos días procesando la geología local.
La calidad de los componentes en equipos de trituración determina si una planta operará durante temporadas o durante años. CONSTMACH selecciona componentes de alta calidad y larga vida útil, desde las piezas de desgaste en la trituradora hasta los rodamientos de la criba vibratoria. La filosofía de ingeniería prioriza una construcción robusta frente al peso mínimo, aceptando un chasis más pesado a cambio de una mayor durabilidad en operación continua. Los intervalos de mantenimiento se alargan y, cuando es necesario intervenir, el diseño modular permite acceder a los elementos críticos sin desmontajes mayores.
El mercado de trituradoras móviles continúa evolucionando a medida que las operaciones de construcción y minería demandan mayor flexibilidad. La T-75 responde combinando capacidad de trituración terciaria con verdadera portabilidad, evitando los compromisos que afectan a algunas plantas móviles. Ya sea alimentándola con material procedente de trituradoras primarias o utilizándola directamente sobre depósitos de piedra natural, esta planta de fabricación de arena ofrece un material cúbico constante que cumple con los requisitos actuales de especificación. Para operaciones que valoran tanto la movilidad como la capacidad de producción, la T-75 constituye una solución práctica respaldada por una ingeniería que prioriza la fiabilidad a largo plazo sobre elementos llamativos.